23/08/2025

Ludwig Feuerbach. El humanismo materialista.

 

Ludwig Feuerbach (1804-1872) es el introductor del materialismo histórico y del antropocentrismo en su época y promueve una filosofía de la inmanencia. Ejerció una gran influencia sobre Marx, que escribió su Tesis sobre Feuerbach1, sobre Engels, que también escribió Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana2, y también sobre Bakunin. Bávaro, fue hijo del criminalista Paul Johann Anselm von Feuerbach, promotor del principio de legalidad penal. 

Cursó estudios de teología, que abandonó pronto, y fue discípulo de Hegel, aunque después fue muy crítico con su doctrina.

Fue profesor de filosofía en Erlangen entre 1829 y 1832, pero su carrera académica se vio interrumpida tras la publicación en 1830 de su obra Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad 3que causó un gran escándalo porque en ella descarta la inmortalidad personal y la sitúa en la especie humana y en la naturaleza.

Su obra principal es La esencia del cristianismo4, donde afirma que la religión es la proyección de la esencia humana, reduce la teología y la religión a la antropología y define el concepto de alienación aplicada a la religión porque con ella, dice Feuerbach, el hombre enajena sus propiedades esenciales y se las atribuye a un ser externo.

La teoría del conocimiento de Feuerbach está expuesta en sus Tesis provisionales para la reforma de la filosofía5 y en su continuación y desarrollo Principios de la filosofía del futuro6, que se centra en el ser humano real y sensible y se aparta de la abstracción idealista de la filosofía hegeliana.

La tesis básica es que el conocimiento no se alcanza a través de la pura razón o la especulación, sino a través de la experiencia sensible y su relación con el mundo material.

Lo real en su realidad o en tanto que realidad es lo real en tanto que objeto de los sentidos, es lo sensible. Verdad, realidad, sensibilidad, son idénticos. Solo un ser sensible es un ser verdadero, un ser real. Solo a través de los sentidos se da un objeto (Gegenstand) en el verdadero sentido -no se da a través del pensar para sí- El objeto dado al pensar u objeto idéntico no es más que pensamiento.7

A partir de esta afirmación, Feuerbach desarrolla lo que él llama una nueva filosofía o filosofía del futuro, que es una filosofía humanista y materialista basada en el ser real y no en las abstracciones y que se propone en sustitución de la filosofía idealista y especulativa.

La nueva filosofía contempla y considera el ser tal como es para nosotros no solo como pensante, sino como ser realmente existente (…). El ser en tanto que objeto (Gegenstand) del ser -y solamente este ser es ser, y solo él merece el nombre de ser- es el ser de los sentidos, de la intuición, del sentimiento, del amor.8

Feuerbach considera que lo individual solo tiene valor absoluto en el sentimiento y en el amor.

El amor es pasión, y solo la pasión es el signo distintivo de la existencia.9

La nueva filosofía reposa en la verdad del amor y del sentimiento.

(…) la nueva filosofía no es sino la esencia del sentimiento elevada a la conciencia: ella solo afirma en y a través de la razón lo que todo hombre -el hombre real- reconoce en el corazón. Ella es el corazón transportado al entendimiento.10

Por eso, el corazón no quiere objetos ni seres abstractos ni metafísicos, quiere objetos y seres reales y sensibles.

Si la vieja filosofía decía: lo que no es pensado, no es: la nueva filosofía, por el contrario, dice: lo que no es amado ni puede ser amado, no es.11

El amor pasa a ser el criterio de la verdad y de la realidad.

Donde no hay amor, no hay tampoco verdad. Y solo es algo lo que algo ama; no ser y no amar son idénticos. Cuanto más uno es, más ama, y a la inversa.12

El punto de partida de la nueva filosofía es la proposición yo soy un ser real, un ser sensible; más aún, incluso el cuerpo en su totalidad es mi Yo, es mi ser mismo, en oposición a la vieja filosofía cuyo punto de partida era yo soy un ser abstracto, un ser únicamente pensante, el cuerpo no pertenece a mi ser.13

Por eso solo es verdadero lo que no necesita de ninguna prueba, lo que es cierto inmediatamente por sí mismo, lo que suscita inmediatamente la afirmación de que es claro como la luz del sol.

Pero solo es claro como la luz del sol lo sensible; únicamente allí donde comienza la sensibilidad se acaba toda duda y todo litigio. El misterio del saber inmediato es la sensibilidad.14

Los sentidos, dice Feuerbach, son el órgano de lo absoluto, de modo que el arte, cuyo objeto es el objeto de la vista, del oído, del sentimiento..., presenta la verdad en lo sensible y de lo sensible15. Pero no solo las cosas exteriores constituyen el objeto de los sentidos, porque el hombre es objeto para sí mismo en tanto que objeto de los sentidos.

No solo sentimos las piedras y la madera, no solo la carne y el hueso: también sentimos sentimientos al estrechar la mano o al rozar los labios de un ser sensitivo; por nuestros oídos no solo percibimos el murmullo del agua y el susurro de las hojas, sino también la voz espiritual del amor y la sabiduría; no solo vemos superficies especulares y espectros de colores, sino que también miramos la mirada del hombre.16

El ser y la apariencia no pertenecen a dos mundos separados, un mundo suprasensible al que pertenece el ser y un mundo sensible al que pertenece la apariencia, porque ambos están en la sensibilidad. No hay que rebasar la sensibilidad para llegar al límite de lo solamente sensible, solo es preciso no separar el entendimiento de los sentidos para hallar lo suprasensible, es decir, el espíritu y la razón, en lo sensible17.

Puesto que lo sensible no es lo inmediato, lo profano, lo que carece de pensamiento, lo que es evidente por sí mismo, dado que la primera intuición del hombre lo es de la representación y de la fantasía, la tarea de la filosofía y de la ciencia es poner a la vista lo que para el ojo común no es visible, sin apartarse de lo sensible y sin transformar los objetos en pensamientos y representaciones18.

La nueva filosofía tiene como principio epistemológico, no el yo, no la razón por sí sola, sino el ser real y total del hombre, porque la realidad, el sujeto de la razón, es solo el hombre. Se funda en la razón, pero en una razón cuya esencia es la esencia humana.

De ahí que donde la vieja filosofía decía: solo lo racional es lo verdadero y real, la nueva filosofía diga, por el contrario: solo lo humano es lo verdadero y lo real; porque solo lo humano es lo racional: el hombre es la medida de la razón.19

El hombre es entonces el fundamento de la unidad del pensar y el ser, y de esta afirmación deriva Feuerbach el siguiente imperativo categórico:

No quieras ser filósofo a diferencia de ser hombre; no seas otra cosa que un hombre pensante; no pienses como pensador, es decir, como una facultad desgarrada de la totalidad de la esencia real del hombre y aislada para sí misma; piensa como ser vivo y real (…) y no pienses en el vacío de la abstracción (…) y entonces podrás asegurarte de que tus pensamientos son unidades de ser y pensar (…).20

La crítica de Marx a Feuerbach21 se centra en atribuir carácter contemplativo al materialismo que describe, diciendo que este

apela a la contemplación sensorial; pero no concibe la sensoriedad como una actividad práctica, como actividad sensorial humana.22

Marx considera que la vida social es esencialmente práctica, de modo que todos los misterios encuentran su solución racional en la práctica humana y en la comprensión de esa práctica23, por lo que afirma, en relación a Feuerbach, que

A lo que más llega el materialismo contemplativo, es decir, el materialismo que no concibe la sensoriedad como actividad práctica, es a contemplar a los distintos individuos dentro de la “sociedad civil”.24

Ello le da pie para enunciar una de sus más famosas tesis de que el pensamiento debe venir acompañado de la acción, que la filosofía no debe quedarse en la mera contemplación teórica sino que ha de comprometerse para cambiar la realidad. Que es una llamada a la praxis revolucionaria.

Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.25

 

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1 Carlos Marx y Federico Engels: Tesis sobre Feuerbach y otros escritos filosóficos, págs. 14-17.

2 id., págs. 19-88.

3 Ludwig Feuerbach: Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad. El Libro de Bolsillo Alianza. Sección Filosofía. Vol.164. Alianza Editorial 1993.

4 Ludwig Feuerbach: La esencia del cristianismo. Biblioteca libre. OMEGALFA 2018.

5 Ludwig Feuerbach: Tesis provisionales para la reforma de la filosofía. Ediciones Orbis SA. Barcelona 1984.

6 Ludwig Feuerbach: Principios de la filosofía del futuro. Ediciones Orbis SA. Barcelona 1984.

7 Principios..., op. cit., págs 100-101.

8 id., pág. 102.

9 id.

10 id., pág. 103.

11 id., pág. 104.

12 id.

13 id.

14 id., pág. 105.

15 id., pág. 107.

16 id., pág. 108.

17 id., págs. 109-110.

18 id., pág. 110.

19 id., pág. 118.

20 id.

21 Que se resume en sus Tesis..., op. cit.

22 Tesis V.

23 Tesis VIII.

24 Tesis IX.

25 Tesis XI.

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